Al eliminar los compuestos de plomo de las naftas, se requiere utilizar otros aditivos que
permitan alcanzar los octanajes descriptos en las especificaciones o incrementar la alquilación
de las naftas.
Ciertos compuestos oxigenados, fundamentalmente alcoholes y éteres, poseen altas
características antidetonantes y un largo historial de uso como aditivos de la nafta.
El metil-terbutil se cada vez más utilizado como componente de alto octanaje para mezclar en
sustitución del plomo tetractilo.
El empleo de naftas sin plomo es impulsado por la utilización de catalizadores en los
automóviles, con la finalidad de disminuir las emisiones de contaminantes a la atmósfera: CO,
NOX e HC, dado que el plomo envenena los catalizadores dejándolos inutilizables.
Como en otros países de la Comunidad Económica Europea, en España a partir del 1 de enero
de 1993, todos los autos a motor de encendido por chispa llevan catalizador y deben utilizar
nafta sin plomo. Dicha normativa ya era obligatoria desde 1990 para automóviles con motor de
más de 2.000 cm3; siendo el catalizador elegido el de tres vías, dado que se considera más
eficaz al controlar regularmente la composición de los gases de escape, brindando esta
información a la inyección para corregirla en las medidas adecuadas.
El catalizador de tres vías está conformado por una caja metálica que posee un bloque de
cerámica atravesado por una multitud de canales cuyas paredes se encuentran recubiertas de
radio, paladio y platino.
El paladio y el platino del catalizador oxidan, con el oxígeno de los gases de escape, el
monóxido de carbono (CO) para convertirlo en dióxido de carbono (CO2) y los hidrocarburos
sin quemar (HC), que se transforman en CO2 y vapor de agua. El radio, en cambio, realiza una
reducción de los óxidos de nitrógenos, descomponiéndolos en nitrógeno y oxígeno.
A los vehículos ya matriculados no han sido afectados por esta normativa y no será necesario
montar un catalizador de tres vías que, por otra parte, resultaría imposible en gran cantidad de
casos.
Puede suceder no obstante, que determinados usuarios de vehículos matriculados, en el
momento de entrar en vigencia esta normativa, motivados por la diferencia de precio de la nafta
sin plomo respecto a la nafta súper o por educación medioambiental, deseen el uso de naftas
sin plomo, sin la instalación simultánea del catalizador.
El plomo de las naftas lubrica las válvulas y esto ha sido tenido en cuenta al diseñar los
motores, elección y tratamiento de los materiales con los que se construye; de este modo, si las
válvulas no presentan asientos endurecidos, la utilización de naftas sin plomo puede ocasionar
graves deterioros en el motor. En cualquier caso, será necesario una modificación de la
regulación del encendido; el cual no siempre resulta posible, principalmente en motores muy
regulados y de gran compresión.
Respecto a la contaminación, la utilización de la nafta sin plomo sin el uso simultáneo del
catalizador, no produce más emisiones de contaminantes que la nafta sin plomo debido a que,
aunque la primera fase de la disminución del plomo en las naftas se realizó por el reformado
catalítico en el proceso de refinado, lo que incrementaba la proporción de los aromáticos, con
posibles efectos cancerígenos, luego se trasladó a otros métodos para disminuir el plomo de
las naftas y mantener el NO, como es el del aditivo MTB (metil terbutil eter).
Se debe tener presente que el plomo no es el contaminante más grave del uso de la nafta y
que el catalizador se orienta principalmente a la eliminación de los óxidos de nitrógeno y
monóxido de carbono; pero el plomo inutiliza el catalizador.
Los óxidos de nitrógeno constituyen un importante problema ambiental en el Gran Buenos
Aires. Las normas de la CE exigen no exceder de 200 microgramos por metro cúbico, percentil
98 de los valores del año.
Estos óxidos nitrosos son responsables de una gran proporción de lluvias ácidas y junto a los
hidrocarburos y los monóxidos de carbono, también emitidos por los autos, contribuyen a la
creación de azono, oxidantes y ácidos, generando pérdida de productividad vegetal, daños
irreparables en plantas y cultivos, daños en vías respiratorias y zonas mucosas de las
personas, así como a los monumentos y patrimonio arquitectónico.
La utilización del catalizador en el escape de los automóviles es un medio eficaz para luchar
contra la contaminación atmosférica generada por la circulación de vehículos en las grandes
ciudades, derivando en el uso de la nafta sin plomo.
El uso de la nafta sin plomo, sin la utilización de catalizador en el escape de los vehículos, no
brinda más beneficios que la no emisión de plomo.
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